Labioplastía – Testimonio de M

Este es el generoso testimonio de M.

La verdad es que me ha costado mucho tener ganas de escribir sobre esto. Porque lo veía como una pesadilla que hizo trizas mi autoestima y mi vida sexual. 

Hace tres años buscaba una cita para atenderme con una ginecóloga o ginecólogo, era pandemia, entonces no podía elegir con quién tener la consulta, eran pocos horarios y pocos doctores, la mayoría hombres, no me gustaba la idea, pero me animé, tomé la hora que podía, con un doctor desconocido y pensé, ojalá sea bueno. No me acuerdo ahora por qué me urgía ir, pero logré tener mi cita. Ahí estaba yo, abierta de piernas, sin calzones, con un doctor, de pelo blanco, que se veía una persona mayor. Cuando me está mirando mi vulva, me dice… ohh tienes hipertrofia labial – la verdad ni siquiera sabía que significaba eso, pero sonaba a una anomalía.

Me dio una vergüenza terrible, dije qué!!! 

Qué significa eso? 

Él me responde muy serio:  Tienes los labios menores excesivamente grandes. 

Con esto hago una acotación de qué por favor dejemos ese termino tan obsoleto de labios mayores y menores, por labios internos y externos, para no entregarles una connotación específica a nuestros labios. 

Me dice esto y mis pensamientos no pararon, _esto de cuándo, jamás había sentido algo raro con mi vulva, no siento tenga mal aspecto, hasta que recordé que una vez un ex le comentó algo a sus amigos —dijo : esas mujeres que les cuelgan los labios…iuuu poniendo cara de asco, mientras me miraba, pensé, me lo dice a mí? …mm no creo, mi vulva no tiene nada de malo. Con todo esto encima no paraba de escuchar al doctor, que ahora me decía, que el capuchón de mi clítoris estaba muy tapado, que si me hace una labioplastía, mi vida sexual va a mejorar y de paso mi vulva sería bella y deseable. 

Cuando escuché a un profesional de delantal blanco decirme esto, alguien que en ese momento tiene un poder sobre mí , más ese comentario de un ex, dije… ohh no que vergüenza, me quiero morir,  mi vulva es horrible, soy deforme y caí en un estrés tremendo. Digo estrés, pero en realidad, no puedo describir todas las emociones que sentí, un dolor intenso y una vergüenza que no podía controlar.

Llamé  a algunos ex y les pregunté, si mi vulva era deforme, ellos amablemente me dijeron que no, que no tenía nada raro. Hablé con mi mejor amiga, le dije que me iba a operar, que iba a ver la manera de hacerlo,  ella me dijo que por favor no me operara, que mi vulva es normal, que somos todas diferentes e intentó consolarme cómo pudo. El problema es que yo LE CREÍ a ese doctor y le di todo mi poder.

 A los pocos meses, conocí a quién en ese entonces fue mi novio y yo en la intimidad me sentía muy incómoda, no dejaba que me hiciera sexo oral, no disfrutaba  tener sexo, pensaba que no me iban a aceptar con mi vulva gigante.  No pude más de angustia y le dije un día  lo que me había pasado, para que él pudiera entender que no era algo con él, más bien esto se había transformado para mí en un trauma.

Al tiempo empecé con unas fisuras genitales, que se manifestaron justo en el labio interior. Fui a diferentes ginecólogxs para saber qué me estaba pasando, pero ningunx sabía qué tenía yo en mis labios, por qué se producían esas fisuras, no eran hongos, no era una infección, hasta cáncer pensaron que podía ser.

Decidí tomar terapia y conocí  a Lucía, terapeuta en sexualidad, (Lucía Placer en redes) con ella empecé a conocerme, a mirar mi vulva con un espejo , a entender que son todas diferentes y que no tenía nada raro. A poder hablar de lo que me pasaba, sacar toda esa mierda que traía, esa rabia, esa vergüenza, esas ganas de esconderme.  Algo muy bonito fue que Lucía me recomendó un taller de Andrea Aguilar (más allá del orgasmo en redes) En ese taller  nos mostró a mí y muchas mujeres, fotos de  400 vulvas reales, para desmitificar estas vulvas simétricas y pequeñas que acostumbramos a ver en la pornografía. Pensé; que sorprendente es no conocer las vulvas, recordé que de niña se la vi a mi mejor amiga mientras ella hacía pipí en un cerro y yo la esperaba abajo, sentí una curiosidad muy genuina por querer conocer nuestros cuerpos, no sólo viendo el mío, si no también conociendo otro cuerpo de mi mismo género y entender que está bien que seamos distintos, que eso nos hace únicas. Pero en cambio mis referencias siempre fueron sé lo más hermosa que puedas y la vulva de otra no se mira, el punto es que la belleza para ese doctor que me atendió, no es lo mismo que para mí, que querer agradar o gustarle a los demás no tiene límites y siempre va a faltar algo, me di cuenta que ese camino es de la insatisfacción y el sufrimiento. 

Que no tenía referencias, que todas las fotos, dibujos o esculturas que ves en libros de ciencias, anatomía y los estudios serios, tienen de representación una vulva pequeña y simétrica. 

Entonces estaba frente a un tema muy tabú: Las Vulvas. 

Al mismo tiempo seguía con las fisuras en mis labios, que me dolían muchísimo, pero por fin después de dos años desaparecieron, cuando conocí a la ginecóloga Mariana Robles, (dra mariana robles en redes) quién me mostró mi vulva en su camarita mientras me revisaba, diciéndome que yo era absolutamente normal, que mi vulva es hermosa.  A mí se me caían las lágrimas y nos dimos un fuerte abrazo.  Ese día me sentí aliviada. Me dijo que mis fisuras eran una dermatitis y al tiempo después me sané. Para mí esa dermatitis o psoriasis fue producida por el nivel de estrés, de vergüenza que tanto reprimí. Esto no me lo dijo la doctora pero estoy segura que yo misma cree estas fisuras retratando la angustia y la ansiedad que viví por mi vulva.

No puedo decirles cómo pensar, ni qué hacer, pero sí puedo compartir que cuando te aceptas, eres libre. Libre de los comentarios dañinos, libre de los juicios, de las expectativas y las insatisfacciones de los demás , para poder ser tú y decir, soy esta persona, me gusta, me acepto y estoy feliz conmigo. 

No sé si tengo todo superado al 100%, es un proceso, la vida es una experiencia que siempre trae aprendizajes  y creo que si me pasó esto, es porque tengo que recordarme quién soy y cuánto valgo. Tuve que empoderarme y escribir esto para mí significa mucho. Quizás cuando tenga un nuevo novio le cuente todo esto, o tal vez sienta que no es necesario, pero lo que si sé es que quiero ser libre de lo que piensen los demás de mí y si leerme te inspira o toca tu corazón, entonces todo esto que viví es un regalo, para conectarnos unas con otras y darnos un mensaje de amor, cada vez que podamos. 

Soy valiosa, única, diferente y eso está perfecto. Si me permites darte un consejo , te diría, escribe tu propia historia, no permitas que otros lo hagan por ti, no creas todo lo que te dicen, escucha, pero también duda, de lo bueno y de lo malo, se consciente y compasiva para verte. 

Los demás hablan más de sí mismos que de ti …y creo que lo que más me costó entender, es que para ese doctor se trataba de dinero, de convencerme que era buena idea operarme y para mí en cambio se trató de tantas cosas, pero hice lo que pude con las herramientas que tenía en ese momento y el hablar nos hace conscientes, el conocimiento de ti misma , te hará responder con más herramientas, sabiduría y seguridad en caso de  recibir ni siquiera un comentario, si no una “verdad” según esa persona de ti o tu cuerpo, algo que en muchos casos ni siquiera preguntaste, pero probablemente puedas creerte. 

Gracias por leerme. ♥️

Gracias a todas esas personas que me apoyaron, me escucharon, me abrazaron…Gracias a mis ex, gracias Lu, Gracias Doctora Mariana, Gracias Andrea… 

Los traumas no se olvidan, pero sí se transforman… 

Un abrazo”

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